domingo, 4 de marzo de 2012

LA EPIDEMIA

Las escuelas estaban vacías y los maestros-maestras no existían aún en aquella época- estaban en paro forzoso.

En la calle ya no se veía ni un niño. Había un virus letal que solo afectaba  a los niños.

La ciudad parecía dormida, los parques estaban vacíos sin niños, en la playa no había niños que jugaran a la pelota.

Los padres y los profesores estaban desesperados, y los médicos expertos no sabían que era. El médico del pueblo fue a otras ciudades para encontrar una solución. Mientras tanto los niños estaban en sus camas aburridos y sin nada que hacer. Por fin, un día el dortor regresó y fue de casa en casa curando a todos los niños.

A la semana siguiente pudieron volver al colegio, y así la ciudad recuperó la alegría.

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