lunes, 19 de marzo de 2012

LA REBELIÓN DE LAS BOMBILLAS


Son casi las siete de la tarde y he salido de la biblioteca para volver a casa. En el semàforo brilla la luz verde para peatones.

Cuando estaba en la mitad del paso de cebra la luz del semáforo se puso en rojo, suspiré fuertemente y
salí lo más rápido que pude. Me escondí detrás de un seto y vi que cuando un coche pitaba las luces se volvían locas.

En ese momento supe que les molestaba el claxon de los coches. Llamé a un electricista y no vió nada extraño, pero se oyó una vocecita muy aguda diciendo:
- ¡Esperad! Podéis decir a los coches que no piten, dijeron las bombillas.
- Vale, pero si las luces no cambiaran de color nosotros no pitaríamos, contestaron los coches.

Lo probaron y quedaron satisfechos.
Ya no volvieron a cambiar de color continuamente.
!Qué descanso!

1 comentario:

  1. Kaixo Markel,

    Por fin publicas otro cuento.
    Me ha gustado mucho.

    A ver cuando redactas alguna adivinanza de las que te sabes en euskera para ver si las adivinamos.
    Un saludo, campeón.

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